El alcohol perjudica la salud. Es más, a día de hoy se sabe que las bebidas alcohólicas no tienen ningún beneficio para la salud sino todo lo contrario. Por eso, cuando dejamos de consumirlas, los efectos en la salud son notables incluso a las pocas semanas de hacerlo.
Así, el hígado, que es uno de los órganos más afectados por el consumo de alcohol, “comienza a regenerarse y a eliminar el exceso de grasa acumulada, lo que mejora su función y esto también ayuda a normalizar los niveles de glucosa y lípidos en sangre”. Además, “el sistema nervioso central recupera parte de su equilibrio, lo que puede traducirse en una mejora del estado de ánimo, de la concentración y de la calidad del sueño”.
La buena noticia es que no hace falta esperar mucho tiempo para ver los efectos en la salud. Como indica el experto, estudios como el de Elliott et al. (2018) en The Lancet "mostraron que incluso un mes sin alcohol puede tener efectos notables en la salud hepática, la presión arterial y la inflamación general del cuerpo”.
Al mismo tiempo, también se producen cambios psicológicos. “La dependencia química y emocional del alcohol puede generar síntomas temporales como irritabilidad o ansiedad, pero esto es una señal de que el cuerpo está adaptándose a su nuevo estado natural”, aclara Tornero Aguilera. Por otra parte, dejar el alcohol también “mejora el sistema inmunológico, lo que hace que el cuerpo esté mejor preparado para combatir enfermedades”.
Alcohol y pérdida de peso
Hay personas que beben alcohol a diario (una cerveza o una copa de vino) y se preguntan por qué no pierden peso si hacen dieta y ejercicio. ¿Qué relación hay entre el alcohol y el peso? Lo primero que hay que decir es que “el alcohol es una fuente de "calorías vacías," es decir, que aporta mucha energía (7 calorías por gramo, casi como la grasa) pero sin nutrientes esenciales”, describe el experto. A modo de ejemplo, “si consideramos que una copa de vino tiene unas 120 calorías y una cerveza alrededor de 150, es fácil acumular cientos de calorías extras sin darnos cuenta”. Además, el consumo de alcohol suele ir acompañado de comidas menos saludables, lo que amplifica el efecto”. Por eso, como recuerda Tornero, “dejar de beber alcohol tiene una relación directa con la pérdida de peso”.
Pero no sólo esto, ya que al dejar de beber, “no solo eliminas estas calorías innecesarias, sino que también mejoras el metabolismo”
**vía cuidateplus
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