Los implantes dentales son una solución para reponer dientes perdidos. Un implante es un tornillo de titanio que se introduce en el hueso maxilar, sobre el cual se colocarán posteriormente coronas o prótesis que sustituyen en aspecto y funcionalidad al diente perdido.
Los implantes permiten reponer las ausencias dentarias de una forma definitiva y altamente predecible. Los procesos quirúrgicos son realizados con mucha destreza, lo que simplifica las intervenciones. Eso sí, se cuidan los detalles, se prevé todo lo que el paciente necesita y se utiliza la tecnología más puntera del sector odontológico.
La sustitución de un diente ha evolucionado desde prótesis removibles a prótesis fijas y recientemente a implantes dentales. Estos últimos tienen la intención convencional de sustituir los dientes faltantes en el maxilar y la mandíbula.
Si necesitas ponerte implantes dentales no solo debes guiarte por el precio. Un implante puede ser la solución correcta para ti; sin embargo, hay una serie de factores que se deben considerar antes de tomar la decisión.
Entre ellos, los tipos de implantes dentales disponibles, las calidades de cada uno, así como sus ventajas y/o inconvenientes para tu caso en particular.
Para ello debes visitar nuestra clínica dental en Madrid, especialistas desde hace años en implantes dentales, sobre todo cigomáticos y corticales.
Los implantes cigomáticos son aquellos que se colocan en el hueso del pómulo en los pacientes que sufren una atrofia en el hueso maxilar, es decir, un pérdida severa de este. Permiten unos buenos resultados en cuanto a función y estética.
Aunque todavía son desconocidos por gran parte de la población, en las clínicas de Salud Dental Blanco en Madrid llevamos años de experiencia y cientos de pacientes tratados con esta tipología.
También disponemos de los implantes cigomáticos son una alternativa quirúrgica con niveles de seguridad y éxito altísimos cuando están supervisados y ejecutados por un equipo altamente especializado.
Implantes corticales son aquellos que colocamos cuando no tenemos posibilidad de enganchar un implante al hueso porque este se ha perdido. Para ello, enganchamos una férula en la zona cortical del paciente con pequeños tornillos y, posteriormente, ubicamos los implantes en la férula.
Los implantes se fijan perfectamente a la mandíbula del paciente, ya que la férula es moldeable y adaptable a la estructura ósea de cada paciente.
Los implantes corticales son la alternativa perfecta para las personas que no disponen de hueso para anclar los implantes habituales y una alternativa mucho más cómoda que las prótesis. A diferencia de las prótesis permiten hablar y comer de forma natural sin ningún tipo de limitación, es como volver a tener una dentadura fija.
La pérdida del hueso es uno de los principales problemas de no atajar a tiempo un problema bucodental. Si los problemas se atajan a tiempo, la pérdida de piezas dentales se puede solucionar con implantes convencionales. Por suerte, contamos con la tecnología necesaria para la colocación de implantes corticales, con lo que la pérdida ósea ya no es un problema.
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