La cibercondría o hipocondría digital no es una rareza: cerca del 70% de los ciudadanos prefiere consultar síntomas y patologías en webs que acudir a profesionales sanitarios
La situación provocada por la COVID19 ha llevado a la sociedad a un nivel de estrés y ansiedad elevado. El colapso del sistema sanitario y una pandemia que ha invadido nuestras vidas ha traído consigo un alto impacto en la salud mental, “expresado como una ola de ansiedad, depresión y estrés”. De ahí que muchos ciudadanos traten de hallar cierta tranquilidad buscando información sobre salud en webs, haciendo así que el trastorno conocido como cibercondría se multiplique.
La cibercondría no es nueva. Lleva con nosotros desde que las nuevas tecnologías forman parte de nuestra vida. A golpe de click podemos encontrar datos de cualquier tipo con gran facilidad. La información sobre salud no es menos y esa facilidad a la hora de acceder a ella puede provocar este trastorno que supone un riesgo para el bienestar.
No se trata de una rareza: seis de cada diez internautas utilizan Internet para informarse sobre salud y, según la Encuesta sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de Información y Comunicación en los Hogares del año 2020, un 73% de mujeres y un 61% de hombres de entre 16 y 74 años prefieren indagar sobre síntomas y enfermedades en la Red.
En qué consiste la cibercondría
La cibercondría es un trastorno que se produce cuando se sufre ansiedad tras buscar información en Internet sobre patologías. Es paradójico, ya que se trata de un comportamiento que nace de la necesidad de sentirse seguro navegando por webs, pero al producirse de manera repetitiva y excesiva, llega a empeorar la preocupación sobre la salud.
El problema es que "en Internet fácilmente se exagera la gravedad de un síntoma. Un simple resfriado puede acabar siendo una patología de un cáncer”, advierte el Dr. Guillem Serra. Un riesgo que empeora la preocupación y genera aún más ansiedad, incluso lleva a un autodiagnósitco que puede provocar la automedicación.
La psicóloga Andrea Trujillo señala que "Internet se convierte en un arma de doble filo cuando se trata de información médica" ya que, aunque pueda servir para tranquilizar a algunos internautas, "también puede generar desinformación".
Consejos contra la hipocondría digital
Los expertos en la lucha contra este trastorno aconsejan las siguientes recomendaciones para no caer en la búsqueda online obsesiva:
• Ojo crítico para detectar información falsa
• Reflexión y tranquilidad. Aunque en Internet exista información verídica, esta no tiene por qué corresponder con la sintomatología que presenta el internauta.
• Canales oficiales y fuentes confiables. Apostar por fuentes fiables eligiendo webs de entidades reconocidas.
• Buscar una segunda opinión. Vencer al pensamiento repetitivo consultando a más de un profesional.
• Pedir ayuda psicológica. Recurrir a un terapeuta si sentimos que ya es una obsesión que afecta a nuestra salud mental.
Telemedicina: una solución a nuestro alcance
La telemedicina puede ser un gran antídoto contra la cibercondría. “El hecho de contar ahora con la telemedicina acorta los plazos y permite tener a un experto al otro lado del teléfono móvil o tablet sin necesidad de recurrir a páginas de dudosa credibilidad", defiende la psicóloga Andrea Trujillo.
Existen diferentes apps para conectar a profesionales de la salud mental con pacientes, como Mediquo, que cuenta con 200.000 usuarios. “Actualmente tenemos a 105 profesionales atendiendo unas 60.000 consultas médicas al mes”, explica el fundador y CEO de MediQuo Guillem Serra. De esta forma, la relación médico-paciente es ahora a distancia, lo que además ayuda a hablar de ciertos temas más íntimos que los usuarios prefieren trata a través de un chat.
No hay comentarios:
Publicar un comentario