Trece cosas que (quizá) no sabías de la bronquiolitis
La bronquiolitis es el caballo de batalla de los pediatras en los meses fríos del año. Millones de niños en todo el mundo la padecen, lo que en muchos casos acaba saturando desde las consultas de Atención Primaria hasta las Unidades de Cuidados Intensivos Pediátricos de los hospitales de tercer nivel.
A lo largo de este post encontrarás mucha información útil sobre la bronquiolitis que te puede ayudar a entender qué le pasa a tu hijo.
1. Se define bronquiolitis al primer episodio de sibilancias (“pitos”) en un menor de dos años en el contexto de una infección viral. En ocasiones, los siguientes episodios en los que aparecen sibilancias se denominan de la misma forma o simplemente como bronquitis o broncoespasmo.
2. La causa de la bronquiolitis es siempre un virus, en concreto, más del 80% de los casos se debe al Virus Respiratorio Sincitial (VRS). La epidemia de este virus coincide con los meses fríos del año, en nuestro país entre octubre y febrero. El VRS no siempre da lugar a bronquiolitis, en ocasiones se queda solo en un catarro (sobre todo en adultos).
3. La bronquiolitis afecta a uno de cada tres niños menores de dos años. De todos ellos, un 5% requiere ingreso hospitalario para su tratamiento, lo que la convierte en elmotivo de ingreso más frecuente en pediatría.
4. El cuadro clínico de la bronquiolitis es siempre muy parecido. Comienza con un cuadro catarral en el que predominan los mocos durante 2-3 días. Posteriormente aparecen la tos junto con las sibilancias en la auscultación y dificultad respiratoria. Durante los primeros días puede haber fiebre. Suele mejorar al cabo de una semana aunque la tos puede persistir más allá de 20-30 días.
5. Existen una serie de factores de riesgo para que la bronquiolitis sea más grave como son el sexo masculino, ser menor de un mes de vida, la prematuridad, padecer enfermedades cardíacas o pulmonares crónicas, las inmunodeficiencias, las enfermedades neurológicas… En estos casos, la bronquiolitis suele requerir ingreso.
6. No existe un tratamiento que “cure” la bronquiolitis. En ocasiones los broncodilatadores (salbutamol) pueden ayudar, aunque la respuesta en niños pequeños es escasa y la mayoría de las guías clínicas no los aconseja. Los corticoides no han demostrado ser útiles en esta patología.
7. Los antibióticos, al tratarse de una infección viral, no tienen ningún papel en las bronquiolitis. En ocasiones se emplean cuando se sospecha una sobreinfección bacteriana pero nunca deben utilizarse de forma rutinaria.
8. Los lavados nasales son una parte fundamental del tratamiento de la bronquiolitis. Los niños pequeños no saben respirar por la boca por lo que despejar la nariz de moco es muy importante para que el cuadro clínico no empeore.
9. La posición semiincorporada mejora la dificultadad respiratoria en la bronquiolitis por lo que es adecuado que incorpores a tu hijo mientras duerme.
10. Para que el niño no se fatigue durante las tomas suele ser útil ofrecerle de comer más veces pero menos cantidad. Cuando la dificultad respiratoria que presenta el bebé durante una bronquiolitis le impide comer es necesario el ingreso para poder iniciar una sueroterapia intravenosa o alimentarlo por sonda nasogástrica.
11. En ocasiones, la afectación respiratoria es lo suficientemente grave como para que los niños requieran oxígeno o incluso algún tipo de asistencia respiratoria. En estos casos el ingreso hospitalario está garantizado.
12. En el caso de que tu hijo presente mal estado general, no quiera comer o le cueste respirar debes acudir al hospital para que sea valorado por un pediatra.
13. La infección por VRS suele cursar en adultos en forma de catarro por lo que si estás enfermo en esta época del año es mejor que no vayas de visita a ver a recién nacidos (que son los que más riego tienen de padecer una bronquiolitis grave en caso de contagiarse).
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