Los golpes en la cabeza en los niños son bastante frecuentes y aunque solamos decir que los niños son de goma... la cabeza es muy delicada. Un mal golpe aunque parezca inofensivo puede tener consecuencias fatales.
Lo difícil es valorar la gravedad de un golpe en la cabeza y saber qué hacer en cada caso.
Cuando son pequeños y están aprendiendo a andar los golpes en la cabeza son más frecuentes, pero también menos dañinos porque el daño causado depende mucho del peso, de la altura y de la fuerza de los niños. A medida que se van haciendo más mayores los juegos son más rápidos, las alturas a las que se suben mayores... y las consecuencias de un golpe peores.
¿Cómo podemos saber si el golpe reviste gravedad? Hay síntomas que nos indican que algo no está bien y que hay que acudir a un médico con urgencia:
• Si es un bebé de menos de 3 meses
• Si es un bebé y aún tiene la fontanela abierta y ésta se inflama (ojo, inflamada tanto tumbado como incorporado, porque hay algunos niños en los que de forma natural la fontanela se abomba cuando están tumbados)
• Si el niño pierde el conocimiento tras el golpe.
• Si vomita inmediatamente tras el golpe, o lo hace de forma repetida.
• Si apreciamos alguna diferencia importante en su comportamiento (pierde el equilibrio, no mueve una extremidad, temblores repetitivos...)
• Si aparece un hematoma muy llamativo o deformidad del cráneo.
• Si el dolor tras el golpe es cada vez más intenso.
¿Es cierto eso de que no hay que dejarle dormir?
Siempre he oído que después de un golpe en la cabeza no hay que dejar que el niño se duerma, que puede dar lugar a lesiones más importantes e incluso que entre en coma. Pero lo cierto es que hay discusiones al respecto y parece que no es para tanto, siempre y cuando el niño no quiera dormirse de forma inmediata al golpe, lo cual no debe permitirse hasta comprobar que el niño no hace o siente cosas raras, que no tiene problemas de equilibrio o de confusión.
El cuerpo pide descanso después de un golpe, por lo que dormir no está mal. Sí que es recomendable, si el golpe ha sido considerable, despertarle cada hora u hora y media para ver que no está “confundido”. No debemos dejarle dormir sin embargo si el niño está vomitando o si tiene confusión, visión borrosa, problemas para caminar o dolores severos de cabeza o cuello.
¿Qué debemos hacer si no aparece ninguno de estos síntomas?
Si el golpe no es grave pero hay chichón, lo mejor que podemos hacer es aplicar frío, que hace que los vasos que están sangrando se compriman y dejen de hacerlo. También se puede aplicar Arnica que ahora es tan común, pero no se recomienda aplicar cremas como Thrombocid o similares.
En caso de que haya herida abierta lo mejor es presionar con una gasa limpia (no intentar lavarla) y acudir a urgencias para que le cierren la herida, a ser posible antes de las 2 horas siguientes.
Lo normal es que el dolor vaya remitiendo de forma natural. Si no remite, puede que haya que acudir al Pediatra. Por eso no es recomendable administrar ningún analgésico como Dalsy o Apiretal para paliar el dolor de cabeza. En caso de que no esté evolucionando favorablemente lo único que haría es retrasar los síntomas y por lo tanto la posible revisión por un médico.
En cualquier caso, y ante la duda, lo recomendable es acudir a un médico o a urgencias. Más vale prevenir... que lamentar.
Y para prevenir... no os olvidéis de utilizar los sistemas de retenciónadecuados en coche y sillas de paseo, cuidado con escalones o sillas a las que se puedan subir... y ponedles casco para deportes de más riesgo como bici, esquí o patinaje.
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